11/12/2010

La loca historia de Tuset Street. / Luis García Berlanga






Jorge Grau, siempre que habla de Tuset Street, dice que no sabe muy bien qué pasó, pero Sara sí, y no le gustaban ni las maneras ni la forma de dirigirla. Años después, la escritora y periodista Maruja Torres, nos lo contaba así, en su libro Mujer en guerra. Más masters da la vida.







Jorge Grau: La discusión estalló cuando iba a filmarse un plano de Sara bailando sobre un pódium. Puse la cámara y el objetivo en la posición que consideraba adecuada, y ella dijo que con aquel objetivo y aquella posición de cámara iba a quedar mal, y que no quería rodar. Si alguien tiene que decir si queda bien o no, soy yo, respondí. Y añadí que haríamos un ensayo. Lo hicimos y comprobé que mis órdenes eran acertadas. Entonces me dijo: Pues a mí tú no me retratas así. Tú no puedes hundir a Sara Montiel.



Maravilloso cartel, diseño del genial jano

Sara Montiel: ¡Me importa poco lo que él diga! Ese señor puede decir lo que le parezca. A mí me importa muy poco que la gente diga que es Napoleón. ¡Yo soy Antonia Abad, modesta persona, y Sara Montiel, modesta actriz. Y añade Maruja Torres, después de entrevistar al protagonista masculino Patrick Bauchau y explicarle el plano final de la película en el que los dos acaban borrachos el, bebiendo whisky y ella con champaña. Y todo ello con la cámara situada en el suelo mientras ella bailaba en un podio. Tenía razón Sara. La querían hundir.



A Maruja Torres la he leído en la revista Fotogramas, en El País, y allá donde he encontrado algo escrito por ella. Me gusta como piensa y como lo traduce y lo plasma luego en el papel, que no es tarea fácil. Su pasión por el cine la llevó un buen día a comentar los premios Oscar, y no recuerdo después a nadie que nos los contase detalle a detalle, con el desparpajo y la gracia que lo hizo ella. Realmente fue muy divertido.







Luis García Berlanga (1921-2010)


Sara Montiel tuvo la oportunidad de que la llegase a dirigir en Tuset Street. Aunque Berlanga no se quiso meter en semejante “fregao” y sí se decidió a salir en ella haciendo un personaje, posiblemente el menos imposible de todos.







La verdad es que toda la cinta es bastante surrealista y podríamos destacar esa escena impagable del famoso “escupitajo” que no deja indiferente a nadie. Tanto se habló de la película, tantos problemas tuvo hasta que llegó a su meta de salida, que la sola publicidad de lo ocurrido durante el rodaje fue la mejor operación marketing que se podía haber hecho, y bastó para que el publico se agolpase en los cines donde se proyectaba, ansiosos unos, por aplaudir al mito y otros para comprobar si era tan mala como se empeñaban en asegurar. En cualquier caso, la película, allá donde se exhibió, tuvo sus colas de público, como era habitual en el cine de La Montiel. De no tener una verdadera vocación, un amor a su profesión, y de no ser su estrella auténtica, creo que Tuset Street hubiese sido su última película. Pero no, ella tiene ese don que sabe reinventarse cuantas veces sea necesario y a los dos meses ya tenía en mente otro proyecto, Esa Mujer. Meses antes, Suevia Films le había pedido a Mario Camus que se hiciera cargo de Tuset Street y éste amablemente rechazó la oferta. Muy enfadados, los de la productora le aseguraron que nunca trabajaría con ellos.






Todavía faltaban unos años para que William Friedkin dirigiera su exitosa El exorcista (1973). Siempre me he preguntado si se inspiró en Patrick Bauchau para esa cosa de "los escupitajos" de linda Blair...Pregunta sin respuesta.


Sara Montiel quería a Mario Camus e hizo oídos sordos a Suevia Films y ahí está Esa mujer, que resultó ser una de las películas favoritas de la estrella y de muchos de sus seguidores. Pero volvamos a la película en cuestión. Tuset Street fue la primera película de una joven llamada Emma Silva, conocida posteriormente como Emma Cohen, actriz de teatro, cine, TV, escritora, directora, guionista y mujer de Fernando Fernán Gómez y no sé cuantas cosas más, y entre ellas fue la entrañable gallina Caponata de Barrio Sésamo, allá por el año 1979.





Teresa Gimpera, una mujer rubia, guapa y muy conocida en el mundo de la moda y la publicidad a la que todos llamaban Gim, empezó como modelo publicitaria en el año 1962 y el cine quiso aprovechar su fama y empezó en el mundo del celuloide en 1965 de la mano de Vicente Aranda en Fata Morgana. Teresa Gimpera había trabajado anteriormente con Jorge Grau en una Historia de amor. Tuset Street se empezó a rodar en diciembre de 1967, en ese año era la modelo que más trabajaba y la que más cobraba. En definitiva, nos podemos imaginar que cuando empezaron los problemas con Grau, toda la “modernidad” se puso a favor del director, que entonces todavía pasaba por el trance de ser una promesa para el cine, y por supuesto la divinidad de Montiel, sería sin duda la culpable de todo, por algo era la única estrella de fama internacional del cine español. Con los años, muchos de los que culpaban a la estrella de todo aquel jaleo, pasaron a ser grandes amigos.


Sucedió en 1968


1968 resultó ser un año muy movido, pero no, no voy decir nada de lo que sucedió en mayo de este año, no. Iba por otros derroteros. Quería comentar que ese mismo año se celebraba el V Festival Internacional de la Canción de Mallorca, que fue un festival que gozó de cierto renombre durante unos años. Pues ese año lo ganó este señor llamado Bobby Hanna, con la canción Written on the wind. Bueno, no pongáis esa cara, al fin y al cabo fue noticia en 1968 ¿no? y puestos a ser surrealistas...


Bienvenido Mister Berlanga












Tuset Street la acabó firmando Luis Marquina, que dirigió a Sara en la estupenda El capitán Veneno (1951) última película de La Montiel, antes de su partida hacia México.





Si lo que buscamos es ser felices, tendremos que encontrar primero Calabuch no sé bien dónde, ni cómo empezar, pero la auténticidad está allí. Posiblemente estamos más cerca de la patética y divertida historia social de Bienvenido Mister Marshall, o tal vez de Esa pareja feliz, en este mundo inventado por las marcas, concursos y premios fáciles, donde nos prometen un piso en Torrevieja o en Marina Dor. Aunque creo que lo que hacemos o por lo menos intentamos, es sobrevivir como lo hace el entrañable Plácido, y me asusta pensar que pueda ser yo mismo El Verdugo de mi propia vida, eso lo que más. Por otro lado, no tengo Novio a la vista, lo que no me impide decir con sentimiento ¡Vivan los novios! para aquellos que consiguen serlo, felices y novios quiero decir. Uno siempre espera que todo se arregle, por eso no me importa que sean Los jueves milagro, o cualquier otro día, pero que ocurra. Tantos y tantos personajes de nuestra vida, de aquélla y de ésta se mezclan entre sí y nos ayudan a ver, si eso es lo que realmente queremos. Lo único que se me ocurre es estar agradecido por el buen puñado de buenas películas que nos ha dejado. Esos retratos de una España esperpéntica y divertida, donde imperaba entre otras cosas, esa férrea censura con la que tuvo que lidiar continuamente y supo envolver en celuloide de seda y oro esas películas increíbles.





Bueno, en realidad, lo que quería decir es siempre, siempre “Bienvenido Mister Berlanga". Y siempre, siempre por siempre jamás …I love you Sara Montiel




¡Ay!
No volverá aquel amor


Sara montiel en 1986 en directo nos canta esta triste canción, No volverá aquel amor. Pero yo si deseo que vuelva el amor, para todos por supuesto.

De su película Esa mujer (1969) Mario Camus




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